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La coexistencia es un aspecto crucial cuando se comparten espacios con otras personas, por lo tanto, los conflictos en una comunidad son bastante comunes. En realidad, los vecinos pueden ser una fuente de ayuda o también pueden ser la causa de problemas en una copropiedad. Aunque algunos pueden convertirse en buenos amigos, otros pueden lamentar haberse mudado allí. 

Un conjunto puede ser el escenario de conflictos entre vecinos debido a situaciones como áreas verdes abandonadas, perros ruidosos o música que se escucha a todo volumen en cualquier momento del día, incluso durante la noche. Estos factores pueden generar tensiones no solo entre los vecinos directamente involucrados, sino también pueden afectar el ambiente y la convivencia en todo el edificio.

El mundo es un lugar vasto, lleno de diversos tipos de individuos, por lo que no es raro experimentar un conflicto de convivencia en algún momento de nuestras vidas, especialmente si vivimos en un condominio o en un complejo. Ya seamos residentes o propietarios, puede llegar un momento en el que tengamos que gestionar disputas con nuestros vecinos. Sin embargo, saber cómo hacerlo pacíficamente no siempre es fácil. He aquí algunos consejos sobre cómo manejar estas situaciones.

5 consejos para resolver problemas en tu conjunto

1. Examina la situación a fondo

Muchos de los problemas que surgen dentro de un grupo pueden ser molestias ocasionales derivadas del uso del espacio privado o compartido, que pueden resolverse fácilmente mediante una conversación respetuosa. Por lo tanto, antes de enfrentarte a alguien por un problema que te haya podido causar, tómate un momento para respirar y pregúntate si realmente se trata de una cuestión grave que afecta a tu calidad de vida. 

2. Identifica el problema en sí

Es importante tomarse un momento para identificar y comprender la situación en su totalidad, ya que esto puede ayudar a determinar la magnitud del problema de manera objetiva. Además, nos permite tener argumentos sólidos al momento de exponer el caso en una conversación.

En ocasiones, es fácil darse cuenta desde el principio si se trata de una situación recurrente que requiere atención, como por ejemplo, cuando un vecino fuma en su balcón o ventana constantemente y el olor llega hasta tu apartamento. 

Sin embargo, hay otras ocasiones en las que puede tratarse de un problema único pero significativo en ese momento, como por ejemplo, una fiesta que deja desordenado un espacio común y puede requerir reparaciones. Antes de confrontar a tus vecinos, asegúrate de que tus preocupaciones estén justificadas.

3. Seguir el proceso adecuado de resolución de problemas dentro del conjunto

Es esencial conocer a fondo el manual de convivencia y el reglamento de propiedad horizontal cuando se vive en un complejo residencial. Estos dos documentos sirven como directrices principales para todas las acciones y situaciones que puedan surgir dentro de la propiedad compartida. También orientan sobre los procedimientos adecuados para la resolución de conflictos. 

Una vez que haya reconocido los problemas que están causando un ambiente negativo o afectando directamente a su calidad de vida, es importante documentar la situación. Cuanto más detallado sea el registro de lo que ocurre, más eficaz será para transmitir su punto de vista a su vecino, así como al casero o propietario si alquila la vivienda. Lleve un registro durante al menos una semana, anotando cuándo y durante cuánto tiempo se producen los incidentes.

Puede que no sea necesario presentar este registro al mencionar por primera vez el problema, sin embargo es conveniente tenerlo a disposición en caso de que sea necesario presentar los hechos. Incluye en tu registro cualquier interacción que hayas tenido con tu vecino, incluyendo detalles de la discusión y lo que se haya hablado. 

4. Ser asertivo en la comunicación

Es importante recordar que las personas no siempre son conscientes de que están haciendo algo que puede molestar a los demás. Dale a tu vecino la oportunidad de escucharte y aborda tu preocupación antes de que se convierta en un problema mayor.

Si no te sientes cómodo con una confrontación cara a cara, puedes optar por dejar una nota o enviar un correo electrónico a tu vecino. Alternativamente, un mensaje anónimo también puede funcionar si lo prefieres, siempre que siga los procedimientos adecuados de tu comunidad. 

Es esencial que seas claro y asertivo al comunicar lo que está sucediendo y cómo te está afectando, evitando utilizar un lenguaje acusatorio. Esta actitud no ayuda a resolver la situación y puede poner a tu vecino a la defensiva, dificultando el proceso y reduciendo las posibilidades de encontrar una solución pacífica.

5. Soluciona los desafíos en tu conjunto

Para un condominio es crucial contar con procesos claros para atender cualquier situación que propietarios y residentes necesiten resolver. Por ello, contar con plataformas y canales que fomenten la comunicación y la información dentro de tu comunidad es esencial.

Fuente: Ciencuadras