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Encontrar una vivienda en alquiler que acepte mascotas puede ser todo un desafío. Sin embargo, sí es posible lograr una convivencia armoniosa entre los dueños de las mascotas y sus arrendadores, siempre y cuando se establezcan acuerdos claros y se promueva una tenencia responsable para los peluditos de la casa. Conversamos con Ana M. Garzón, educadora canina certificada y creadora de contenido de Somos Guaw quien nos dejó algunos consejos. 

¿Qué dice la ley acerca de las mascotas?

Empecemos por el principio. A la hora de pensar en una tenencia responsable de nuestras mascotas en casa, sea en propiedad horizontal, conjuntos residenciales u otro tipo de vivienda que estés buscando, lo primero que debes hacer, es identificar qué dice la ley frente a residir con animales domésticos en un apartamento. ¡Veamos! 

La Sentencia T-035 de 1997 de la Corte Constitucional de Colombia es muy clara al establecer que, siempre y cuando la mascota no ocasione perjuicios a los copropietarios o vecinos.

“Para la Sala no hay duda sobre el estrecho vínculo que presenta la tenencia de un animal doméstico con el ejercicio de derechos por parte de su propietario o tenedor, los cuales deben ser objeto de protección y garantía jurídica”, dice la norma.

Agrega la Sentencia T-035 de 1997: “Frente a esta situación, los derechos fundamentales que en forma diáfana se relacionan son los relativos al libre desarrollo de la personalidad y a la intimidad personal y familiar”. Es decir, la Sentencia reconoce que los propietarios tienen el derecho de tener mascotas en sus viviendas dentro de la propiedad horizontal, siempre y cuando se respeten los derechos de los demás residentes y no se causen molestias o daños a la comunidad.

Recuerda: Los dueños de mascotas son responsables de los daños que estas puedan ocasionar y deben cumplir con las normas y reglamentos establecidos.

Por eso, es importante tanto para el arrendatario como para el arrendador, establecer esos acuerdos, entre los dueños de las mascotas y los arrendadores, para garantizar una relación armoniosa y evitar futuros inconvenientes. 

Acuerdos entre arrendadores y arrendatarios:

“Todos los tutores de perros sabemos que la convivencia con ellos, está marcada por los pelos, las babas, los rasguños, la tierra y uno que otro accidente con sus deposiciones… Pero esto no es una excusa para descuidar el lugar donde todos compartimos y poderlo mantener en las mejores condiciones de limpieza y organización”, cuenta Ana M. Garzón, creadora de contenido de Somos Guaw, una plataforma para la educación y acompañamiento con perros. 

De acuerdo con la especialista, la clave para vivir en alquiler con nuestras mascotas, sin importar el tipo de apartamento, es cuidar de estos espacios, permitiendo que tanto nuestros perros como nosotros mismos, podamos disfrutarlos. 

¿Qué debo hacer si soy inquilino con mascotas?

Ana Garzón, de Somos Guaw entrega las siguientes recomendaciones: 

1. Evita los juegos efusivos dentro de casa: los pisos laminados y baldosas pueden ser los peores enemigos para la salud física de tu perrito. Estas superficies son resbaladizas y pueden ocasionar lesiones en tu mascota e incluso, daños en la propiedad, pues no es un espacio apto para este tipo de actividades. 
2. Protege materiales de piso muy delicados, como la madera o laminados. Si es un lugar que habitualmente usa tu perro, lo mejor es protegerlo con algún tapete o superficie antideslizante. 
3. Ofrécele a tu perro actividades de enriquecimiento ambiental que le permitan manifestar de forma segura, comportamientos naturales como morder, rasgar, lamer, etc. También con el fin de evitar que redireccione estas conductas a elementos de la propiedad.
4. Fomenta espacios de calma dentro de casa, proporcionándoles actividades relajantes mientras estén en ella y por fuera.
5. Enséñale a tu perro algunos límites y habilidades fuera de la propiedad como permanecer dentro de casa (así la puerta esté abierta) al entrar y salir del ascensor bajo comando, mantener su atención en ti ante algún distractor. Recuerda también, siempre llevar su correa o bozal si es necesario y saber andar con estos elementos de forma tranquila, etc.
6. Lleva juiciosamente las rutinas de tu perro y si se llega a presentar algún “accidente” donde, por ejemplo, se haga sus necesidades dentro de una zona social, responder oportunamente y dejar el espacio tan limpio como estaba.

¿Qué hacer si soy dueño de un apartamento?

• Establece reglas claras: Al alquilar tu propiedad a inquilinos con mascotas, establece reglas claras sobre las responsabilidades y restricciones relacionadas con las mascotas. Esto puede incluir normas de limpieza, áreas designadas para paseos y la prohibición de ciertas razas.
• Solicita referencias: Pide a los inquilinos potenciales referencias de propietarios anteriores para evaluar su comportamiento y el de su mascota.
• Realiza inspecciones periódicas: Realiza inspecciones regulares para asegurarte de que se están cumpliendo las normas establecidas.

“En el caso de un propietario, creo que lo más importante es dejar las reglas muy claras desde el inicio. Saber que en las mismas condiciones que me entregan una propiedad, asimismo debo entregarla al mudarme y que al final es responsabilidad mía como tutor del perro, mantenerla en el mejor estado posible”, es la recomendación final de Somos Guaw para tener como resultado una adecuada convivencia entre propietarios e inquilinos. 

No olvides que es fundamental firmar un contrato detallado: Asegúrate de que el contrato de arrendamiento incluya cláusulas específicas sobre la tenencia de mascotas. Si eres dueño, dejar por escrito la obligación de mantener la limpieza y el orden en el espacio habitado por la mascota. Si eres inquilino, considera ofrecer un depósito de seguridad adicional para cubrir posibles daños ocasionados por tu mascota, esto para brindar tranquilidad al arrendador. 

Fuente: ciencuadras